En Neuquén l DOCENTE FEDERALENSE ES NOTICIA POR LOS LOGROS DE SU ALUMNO ISMAEL
Se trata de Esteban González quien cuando despuntaba la década del noventa partió, con un amigo de Federal, egresado del Profesorado Dr Luis A. E. Arienti en busca de otros horizontes a la provincia Patagónica de Neuquén. Aquí por entonces quedaron su hermana Graciela ( también docente radicada en Salto, R.O.U), su padre Dardo González (fallecido), y su cariñosa madre Paulina Kogej, también docente jubilada. DESDE FEDERAL
Es aquí el punto exacto donde se empiezan a escribir historias que marcan para siempre la vida de los estudiantes y muchas veces logran que dejen atrás un pasado poco propicio y muy desfavorable. Logran sin dudas erradicar toda angustia y dolor y sacan lo mejor de ellos para que aprendan a cosechar maravillosos logros. Esta es la historia del docente Esteban González y su alumno Ismael Abdías Muñoz, al que todos cariñosamente llaman “Isma”.
El pequeño alumno la semana anterior tuvo el honor y el privilegio de egresar de séptimo grado de la Escuela 21 del paraje Bella Vista.
Logró superar con creces episodios de bullying sufridos en otra institución escolar y afianzó una increíble relación de confianza y amistad con su director Esteban. Su familia siempre fue su respaldo y su “piedra angular”.
“Isma” tiene 13 años, es hijo de Gabriela Fuentes y de Benjamín Muñoz y tiene dos hermanas menores. Priscila (de 10 años) y Ámbar (de 4 años). Tanto Ismael como Priscila son alumnos de la misma escuela. “Isma tiene una historia muy especial. Nosotros no somos de Bella vista. Vivimos en Los Carrizos a 10 kilómetros de la escuela. Lo llevamos a esa escuela ya que sufrió discriminación por parte de una docente en otra institución escolar de la zona”, contó con angustia su mamá Gabriela.
Con la voz quebrada agregó que “al notar que nuestro hijo no la estaba pasando bien en esa escuela decidimos como familia cambiarlo de colegio. Cuando nos trasladamos a Bella Vista el maestro Esteban lo recibió con los brazos abiertos. La verdad que el amor de familia que brindó y brinda esa escuela es maravilloso y sanador”.
Hiperactividad
La vida de Ismael y su familia no ha sido nada fácil desde que el pequeño a los cuatro años lo diagnosticaron con el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Así las cosas, el matrimonio que había elegido el norte neuquino para vivir por su paz, tranquilidad y bellezas de paisajes, recibió un fuerte cimbronazo en sus vidas. Acomodaron las cargas y se pusieron al hombro el bienestar de su primogénito y buscaron la mejor forma para su ayudarlo. “Ismael cuando ingresó a jardín le costaba hablar y nosotros comenzamos con el tratamiento de fonoaudiología. Fue derivado a la psicóloga y a la psicopedagoga y ahí le diagnosticaron con este trastorno TDAH.
Por esta situación sufrió bastante ya que siempre fue tachado como el nene problemático, nunca fue entendido”, se lamentó Gabriela.
Relató además que su hijo comenzó a rechazar el proceso del aprendizaje. “La psicóloga nos recomendó buscar otra alternativa, otra escuela, porque tenía muchos inconvenientes mi nene. Esto nos llevó a trasladarnos de escuela y a llevarlo a la escuela de Bella Vista. Allí fue muy bien recibido por los docentes Esteban González, Valeria Martínez y Luisa Medel. Estuvieron muy presentes siempre y empezaron a hablar con él, a tratarlo de otra manera y mi hijo se pudo adaptar y sentirse cómodo”.
Más adelante contó que “en una semana que mi hijo no sabía leer, aprendió a leer. Entonces nos dimos cuenta que esto fue solamente por la docente de la escuela anterior”. A su vez resaltó el estupendo accionar del maestro Esteban. “Fue un excelente docente que estuvo en cuarto grado donde ingresó Ismael y fue un cambio rotundo de él, de no querer estar en la escuela a estar muy entusiasmado con ir a la escuela a todos los días”.
En este sentido Gabriela volvió a pedir por una profesión más sensible y humana.
Consideró como muy importante e imprescindible que a los que les corresponde estar al frente de las aulas o de las escuelas estén lo suficientemente preparados como para sobrellevar este tipo de situaciones que muchas veces solo requieren mucha paciencia y amor para abordarlas.
La pandemia y sus ahorros
En el recorrido por la etapa escolar hay alumnos que buscan en los maestros una ayuda sustancial para lograr avanzar en su desarrollo personal y emocional.
Es por ello que hoy se puede decir bien fuerte que Ismael lleva sobre su frente el orgullo de haber cicatrizado las heridas de su alma y haber dejado para atrás para siempre aquel lugar donde no fue nada, ni nadie. Donde no tuvo autoestima y donde nunca jamás quiere volver. Su egreso con honores pone en evidencia que una mejor educación siempre es posible. Hoy siente su corazón inmenso, lleno de gratitud y con la firme voluntad de cumplir sus sueños. Quiere ser marino para recorrer los mares del mundo sin olvidar sus orígenes y su gente del norte neuquino.
La etapa secundaria hoy lo espera en la EPEA 1 de Las Ovejas.
Detrás de él dejó huellas y una de ellas es el gesto patriótico de buen alumno con sentido de pertenencia y querencia. En plena pandemia ofreció sus ahorros personales para que la escuela volviera a abrir sus puertas. En aquellos tiempos tan raros y difíciles, el director Esteban visitaba a todos los alumnos en sus domicilios, y algunas veces en el patio intercambiaban saberes o respuestas de las tareas. Pasaron los meses y en una de esas visitas Ismael había evaluado que para volver a la escuela se necesitaría hacer reparaciones y mantenimiento y lo esperó al director con sus ahorros y la frase: “Acépteme esto director, mi hermanita y yo queremos volver a la Escuela y esta es nuestra colaboración".
Eran un par de billetes que aunque el maestro no los iba a recibir, Ismael insistió y lo aceptó para después juntarlo con otro dinero y sirvió para comprar insumos de librería.
“Isma” hoy es un niño seguro, alegre y afectuoso; y sin dudas puede poner en palabras aquello que Dios le dio desde que nació: Un nombre muy significativo. Ismael: “Dios ha oído” y Abdías: “Servidor de Dios”. Dos dones que llevó en alto como el pabellón en cada acto. Egresó como abanderado y cargado de gloria. En la ceremonia supo devolver con abrazos el cariño que sus padres y todos sus compañeritos le supieron dar. Los docentes y auxiliares también siguieron el mismo camino.
Ese día Ismael comenzó a ser feliz para siempre. (Por Fabián Cares. Especial Diario La Mañana de Neuquén)
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