UNA REVISTA PORTEÑA REFLEJA UN LUGAR DEL DEPARTAMENTO FEDERAL
Se trata de la revista ramona, publicación de artes visuales, emprendimiento de la Fundación Start (Sociedad, Tecnología y Arte). Bme Mitre 1970 - Pso 5 of B - CABA. Allí cuentan de este nuevo espacio cultural creado
en paraje Las Delicias, depto. Federal.
Aire, fuego, agua y tierra
El día del solsticio de verano, se celebró en un ritual, la apertura y activación del Club cultural EL Rancho Cósmico, en Paraje Las Delicias, con la presencia y energía de artistas, músicos y poetas que viajaron hasta el paraje: Ana Berard, Julia Bastanzo, Mariela Scafati, Juan Hernandez, Ramiro Dominguez, Bruno Crispino, Soledad , Alejandro Fangi, Alejandra Benz, Julia Enriquez , Natalia Chami, Juan Manuel Brandaza, los anfitriones: Tony Marquez, Virginia Negri y Astor Marquez Negri.
Tony Marquez, Ana Berard y Virginia Negri, conforman el núcleo estable de la energía del “Colectivo Alquímico” que se nutre de los diversos seres que se suman a sus activaciones, Ana Berard es la chamana contemporánea y maestra de ceremonias que guía las activaciones, su primer activación fue “Embrujo Salvaje al Macro” en el 5to piso del Museo de Arte contemporáneo de Rosario.
Se sirven del arte como medio para anclar y elevar frecuencias energéticas abriendo portales que nos permitan vincularnos desde el amor y el respeto con nuestro entorno, haciendo sagrado cada lugar habitado, por entender que todos somos seres divinos en el camino de la maestría. Club Cultural .
El Rancho Cósmico
Lejos de darle un giro indeseado a la trama, esta parcela de ensueño propicia sensaciones renovadoras y reparadoras para quien la encuentre. “El Rancho Cósmico” es una hectárea de paraíso terrenal que la pareja de artistas ha ideado y edificado como la decantación de años de trabajo en la gestión cultural independiente.
Este flamante centro y residencia cultural, emplazado en el corazón del monte entrerriano, fue celebrado por toda la población del Paraje Las Delicias en su inauguración y activación el 21 de diciembre de 2017. Promete ser un punto de encuentro para almas inquietas, y también promete aire fresco, nutrición espiritual, horizontes magnificados tanto para sus vecinos como para sus visitantes.
Julia Enriquez
Después de horas de viaje, de alejarme tan de repente, de desprenderme de una ciudad tomada por cuerpos que no se reconcilian con decisiones políticas miserables, ni los golpes bajos. Después de los cacerolazos que siguen sonando en mi cabeza, un sol nos despierta.
La calidez de una casa, una reunión silenciosa, preguntarnos los nombres, qué hacemos en la vida, qué hacemos ahí, entre sombras y sol intenso. Nenas y nenes en bicicleta de noche pasando una y otra y otra vez cerca del mural de las ramas, del tronco con el cuchillo y el gato azul. Medianoche de muralistas espontáneos, vecinos que nos invitan unas cervezas, charla, caminata.
21 de diciembre de 2017
Los cuatro puntos cardinales señalados abrieron el día. Las tareas encuentran su lugar. A esta altura la palabra gestión queda con sabor a poco. Es el Rancho Cósmico un espacio que pone en acción algo que subterráneamente viene tejiéndose. Eso que se reconoce arte porque no se parece en nada al arte y a nada, está naciendo, se va construyendo al ritmo de poder habitarlo.
Va bajando el sol y las familias se acercan, la música del momento, el chamamé vivo en vivo, recital de poesía rosarina leída por niñas entusiasmadísimas, música exploradora, dibujos en un rincón en papeles mini, trazos extraterrestres, cámaras estenopeicas esperando ser reveladas, un manto plateado atrapado en las ramas, un fuego que se sostuvo desde la mañana, serigrafías secándose en un cordel, preguntas entre yuyos, una cortina de más poesía entre el humo de la parrilla y el aerosol de la pared del Rancho. La experiencia de ver en la noche.
No hay ánimo de querer volvernos ya. Hasta último momento tomando mate, sol, sombra, fumando, visitando a los vecinos cuchilleros. Volver al mural de las ramas, del tronco con el cuchillo y el gato azul y descubrir las versiones de ramas, troncos, cuchillos y gatos azules trasnochados. El qué hacemos ahí se siente.
Archivado en::
.jpg)
