En el marco de la Cátedra Abierta del Chamamé, el prestigioso músico y compositor Raúl Barboza expuso sus vivencias y experiencias a lo largo de los 70 años con la música.

“Agradezco la posibilidad de estar juntos en comunidad, que es algo que deberíamos rescatar de nuestros ancestros, e intentar dejar poco a poco la individualidad y de esa manera podemos construir en conjunto, para saber aceptar una opinión contraria a la que uno tiene y tener la sabiduría de poder debatir con elegancia y con buenas palabras”, reflexionó el artista; según un informe transmitido por el área de prensa del municipio de Federal.

“Yo empecé a tocar el acordeón y mi padre nunca me obligó, y nunca me dijo aún cuando no estaba bien lo que hacía, siempre decía: Raulito que lindo que está, y eso me daba coraje”.
“Aprendí esa manera de expresarme cuando estoy con alguien que quiere aprender, nunca bloquearle la posibilidad de aquel que empieza a caminar con un instrumento”.

“Con mi acordeón anduve desde los 7 años tocando Chamamé, porque eso es lo que yo escuché”. Según me decía mi mamá: “cuando estabas en mi vientre, vos te movías mucho cuando escuchabas un Chamamé, pero no pasaba lo mismo con otra música”.

“El sapucay es un acto religioso, es una expresión que nace del alma para expresar una gran emoción, sea cual fuera, de tristeza, dolor o alegría”.

Con respecto a los instrumentos de percusión, Barboza dijo  “mi pensamiento es que todos los instrumentos se pueden usar, cuando se usa con el conocimiento, cuando el instrumentista se vale de determinados instrumentos en función de la música que está tocando”. (Federal al Día)